Etiquetas
Cuando tu hijo te dice que quiere ser artista y dedicar su vida a convertirse en un pintor de éxito, siempre existe ese ligero momento de duda en el que un padre se pregunta ¿por qué a mí? ¿Por qué no podía querer ser médico, astronauta, futbolista o piloto de Fórmula 1? Pensamientos que a su vez ese mismo padre siempre negará, ya que al final y viendo que no podrá doblegar la determinación de su inconsciente hijo ante la llamada de las artes, acabará cediendo y haciendo de tripas corazón, aceptando a regañadientes el camino que ha elegido su vástago. Sigue leyendo